jueves, 18 de febrero de 2010

Propuesta de comunicado conjunto de la afición

La dimisión de Javier Laíño y la destitución del Director General del Obradoiro, Miguel Juane, más las posteriores declaraciones de uno y otro bando, han desembocado en una situación que gran parte de los simpatizantes del Obradoiro contemplan con suma preocupación. El club está siendo noticia todos estos días en los medios de comunicación transmitiendo una imagen penosa de la institución y creando una absurda división entre socios, abonados y simpatizantes.

Tanto la afición como los estamentos del club se encuentran en este momento profundamente divididos, y los ecos de una batalla que nunca tendrá un final positivo pueden influir de forma negativa sobre los jugadores en un momento clave de la temporada en el que se necesita la máxima concentración. Resulta muy preocupante que a estas alturas lo que parezca tener menos importancia sea el trascendental partido del próximo día 28 contra el Suzuki Manresa. Este ambiente enrarecido terminará llegando hasta nuestros jugadores y cuerpo técnico de una u otra manera y perjudicará la correcta preparación de los próximos partidos.

Todos y cada uno de los firmantes de este comunicado están agradecidos a José Ángel Docobo por una lucha infatigable que devolvió al Obradoiro a la ACB, dotándolo de unos valores que incluyen lucha, sacrificio, dignidad, trabajo o constancia entre otros. Sin Docobo nunca habríamos llegado a la ACB.

Todos y cada uno de los firmantes de este comunicado están agradecidos a Javier Laíño por los duros años de trabajo callado y efectivo, y por haber sido pieza imprescindible para poder llegar a tener la posibilidad real de competir en la liga ACB esta temporada. Sin Laíño nunca habríamos disputado la ACB.

Todos y cada uno de los firmantes de este comunicado están agradecidos a Miguel Juane por haber convertido algo que parecía un proyecto abocado al fracaso en una realidad que nos ha hecho vibrar en estos meses, creando una estructura profesional de club en un tiempo record y haciéndola funcionar satisfactoriamente. Sin Juane nunca habríamos competido en la ACB.

Consideramos, por tanto, que todos ellos son responsables de haber convertido al Obradoiro en un club diferente, envidiado y admirado por nuestros rivales a partes iguales; de haberlo convertido, en definitiva, en un sentimiento que se ha arraigado en los corazones de unos aficionados que ya sienten al Obradoiro como algo propio.

Nos gustaría que todo esto que se ha conseguido con tanto esfuerzo y tesón no se pierda de golpe por discrepancias personales entre gente tan importante para el proyecto obradoirista. Apelando al gran amor que sabemos que todos ellos profesan al club, los firmantes de este comunicado quieren pedirle al señor Docobo, al señor Laíño y al señor Juane que intenten reconducir la situación creada, y les ruegan encarecidamente que concierten una reunión en la que con actitud positiva y dialogante intenten acercar posturas, y de paso dar una lección a nuestra afición poniendo por delante de todo su indiscutible sentimiento obradoirista. Creemos que es imprescindible que toda la familia que conforma el CAB Obradoiro reme en la misma dirección para poder seguir disfrutando a lo largo de los años de este proyecto tan maravilloso.

Hay una cosa que sí tenemos segura, y es que la afición apoyará sin reservas al equipo en estos momentos tan difíciles; ya lo demostró cuando en verano acudió en masa a retirar su abono, lo demuestra cada fin de semana en Sar y lo seguirá demostrando lo que resta de temporada, hasta conseguir finalmente el objetivo de la permanencia en la liga ACB. Por lo tanto, los firmantes de este comunicado invitamos a todos los aficionados a seguir animando incondicionalmente a jugadores y cuerpo técnico, ya que son ellos los que nos han hecho soñar durante todos estos meses de competición, y necesitan sentir nuestro cariño y apoyo más que nunca. Cuando nuestros jugadores estén en la pista, no debe haber discusiones ni discrepancias, el único grito que debería resonar en Sar es el de O-BRA-DOI-RO desde el primer al último minuto.

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